lunes, 22 de febrero de 2016

UN ENGLISHMAN EN MORELOS: STING

Por: LUIS EGO



Todo inicio meses antes cuando anunciaron la presentación del músico británico en tierras tlahuicas, cosa que no daba crédito mi mente; ya había visto a Sting en dos ocasiones: primero en el Palacio de los Deportes junto a Annie Lenox y posteriormente en la reunión-despedida con The Police en el Foro Sol, ambas presentaciones en la ciudad de México. Pero en Morelos…en Jojutla…en Tequesquitengo para ser exactos, así es…Sting en Morelos, un sueño, que sí sucedió; he aquí en estas líneas la odisea que pase con unos camaradas durante la presentación del bajista, cantante, actor y activista inglés.

Viernes 9 de octubre, 12 hrs. Me dirigí a la Arena Teques –que no tiene nada que ver con una arena, pero en fin- con el objetivo de localizar el lugar porque no tenía idea en donde se encontraba. Así mismo, tratar de encontrar al músico y a su banda. 26 grados de temperatura, cargando mi equipo fotográfico, bajo un sol tan riquísimo como el agua de a litro y medio que me termine en breves minutos mientras caminaba por el circuito del lago. Tres traslados en transporte público y llegue al lugar, que estaba “tirado”, es decir, apenas acomodando las sillas, los templetes, montando carpas, no había seguridad de nada; gente pintando tableros, montando los stands de Heineken, lavando baños, cortando el pastos, marcando lugares de estacionamiento, etc., pude colarme con una pulsera falsa hecha con cinta masquin tape de color florescente y comí en el área de los músicos, tome fotos del stage, camerinos y algunos aspectos del lugar y siendo las 17: 30 hrs llegaba Sting en vuelo privado de New York al aeropuerto Mariano Matamoros, con todo el séquito de seguridad…dato que me pasaron a muy a destiempo desafortunadamente.

No tenía tiket para el show, mi acreditación de prensa me fue
negada, porque solo se “acredito a prensa nacional e internacional…lo sentimos están cerradas las acreditaciones” como me lo dijo por whatsapp el jefe de medios. Hubo una conferencia de prensa previa en la ciudad de México -tres semanas antes del evento- lugar hasta donde trasladaron a algunos compañeros y que serían enlistados para el evento, a algunos ni los pelaron, para variar. Yo no perdí la ilusión…me regrese a casa por medio de un aventón en motocicleta de parte de un carnal de la producción del evento y me aventó a Xoxocotla y de ahí a casa a descansar y tomar fuerzas, pues el mero día se acercaba…doce horas después.

Inolvidable 10 de octubre, la temperatura subió dos grados más, llegaron dos colegas del Df, Oscar Fernández del periódico El País (España) y Fernando Reséndiz de Círculo Mixup (México), con quienes nos dispusimos a buscar a Sting por algunos hoteles del lugar, así como en algunas Haciendas cercanas al recinto, pero no logramos obtener nada, solo una ligera insolación y empezar a vaciar las carteras con algunas cervezas y algo de comida. A las 15 hrs entregaban las acreditaciones pero esto no fue así, sino hasta las 17:30, nos acercamos a la carpa asignada, pero solo a Oscar del periódico El País le dieron su gafete. Fernando compró en reventa un tiket y yo…yo como chinito…milando nada más, recordando como un día antes estaba caminando sobre el escenario, en el camerino, comiendo allá dentro…uffff (suspiro).

En la mesa de las acreditaciones había tres mujeres –nefastas por cierto- quienes de arriba abajo te miraban y siendo voraces con tikets de cortesía, daban a diestra y siniestra a sus “invitados”, que solo iban por cumplir el pase de lista, solo a algunos medios estatales les dieron acceso…pues bien, la justicia divina llego a mi…se retiraron dos de ellas y con estricta puntualidad dijeron “No entra nadie hasta que yo regrese”…sin darse cuenta, en el piso había cuatro brazaletes de la zona Oro, así que le pedí a la chica que quedó encargada y pegada en la silla que me dejara sentar un momento en la silla adjunta, puse mi maleta en el piso y me estire para recoger y guardar los preciados brazaletes…le di las gracias y me fui a la entrada del lugar.

Vi a Fernando con unas cheves ya encima, y a dos camaradas que venían de los suburbios de la ciudad de México, eran Don Roberto y Maurico Landa, papá e hijo respectivamente, quienes estaban ahí para vender la audio-videografía de Sting y The Police juntas en dos dvds al final del concierto, que ni la misma disquera ha hecho –y que ni harán obviamente- y lo mejor, a un precio súper accesible. En eso salió Oscar a buscarnos, nos encontró en el puesto de los tacos acorazados de a $50 y las cheves de a $40 y nos empezó a preguntar por qué no habíamos entrado…y madres! que saca su iPhon y nos muestra la foto con Sting!! Mierda, carajo…se me vacío el estómago, me dieron ganas de ir a azotar y abofetear a las estúpidas mujeres que me retuvieron en la entrada y arrojarlas a la laguna, mientras se les hincharan sus cerebros de heces y los peces las comieran…esa foto nos la habíamos ganado también…coraje, frustración, celos, envidia…tantas cosas…carajo! (suspiro nuevamente y más hondo).

Fernando y yo, con brazalete reluciente en mano y toda la seguridad de sí mismos, directo a la entrada donde el “polecia” en turno con su sopa maruchan lista para engullir, antes de dejarnos entrar me pregunta “Apoco si toca chido este conjunto…”…me contuve para no respenderle ¡caramba¡ y esto nos dio acceso hasta la 6ta fila…la fila de los VIP, la fila de los $3,000 mil pesos…20:15 hr inicio el show con If I Ever Lose My Faith In You, Every Little Thing She Does Is Magic, Englishman In New York y So Lonely. Un breve saludo por parte de Gordon Matthew Thomas Summer (nombre original de Sting) y continuo el recital con: When The World Is Running Down, Seven Days y enseguida dijo: “Esto es para sus desaparecidos” (dirigiéndose a la gente de Ayotzinapan) e interpretó Fields Of Gold…wooow, una belleza de canción que quedó muy adhoc con la impresionante vista del lago de Tequesquitengo, mientras una luz tenue en azul y rojo dejaron caer sobre el hombre que el dos de octubre pasado cumplió 64 años. Como dirían sus compatriotas The Beatles, en la rola When I´m sixty four, Sting lo logró.

El lugar registraba cerca de 6 mil personas, una producción bastante austera, muy raquítica, pero que no fue motivo para que los músicos que acompañaron a Sting dieran lo mejor de sí, allá en el gran escenario estaban Jo Lawry en los coros, en los teclados David Sanciuos, en la batería Vinnie Colaiuta, y en la guitarra Dominic Miller (alma y fuerza dentro de las composiciones y arreglos de Sting por más de dos décadas) Y yo estaba por tercera ocasión frente a un personaje del Rock Contemporáneo, un ícono que quedará para los anales del Rock, así como mi foto a dos metros de él, cuando me pegue a la valla que dividía el entarimado y la zona de los vip…Sting atrás de mí, mientras presentaba a su banda.


Driven To Tears, Heavy Cloud No Rain…recordé que afuera estaban mis dos camaradas defeños y fui por ellos, les coloque un brazalete a cada uno y humildemente –jejejejej- los acomode frente al escenario, para que disfrutaran del show, mientras sonaban los acordes de Message In A Bottle, Shape Of My Heart, The Hounds Of Winter, Wrapped Around Your Finger. La gente no estaba acostumbrada a un evento de esta magnitud, no sabían algunos ni siquiera la figura que tenían frente a sus ojos. Un par de tipos sentados atrás de mí, que ubico muy bien de una oficina de gobierno del estado, aplastados, síii aplastados, viéndoles el trazero a un par de rubias, solo decían…no pus si carnal he…de aquí a la pary…haber sino tarda esto…Aberrante!!, no puede ser!!...par de zoquetes, inadaptados, mantenidos de nuestros impuestos…imagínenlos mientras sonaba De Do Do Do, De Da Da Da, Roxanne/Ain´t No Sunshine, Desert Rose y King Of Pain. Lástima que no estba en mis manos, sino los despedía terminantemente.

Nuestro buen amigo y suertudo Oscar se despidió de nosotros con un abrazo, logró su objetivo y se retiró del lugar. Mientras nosotros cuatro nos quedamos hasta el final del concierto. Every Breath You Take fue el tema que puso a todas la parejas a besarse, a tomarse de la mano y bla bla bla bla…y los tipos de atrás, se levantan y sorprendidos les cae el 20…pero ya era demasiado tarde…el show está por concluir. Next To You y la hermosa Fragilidad fueron el encore de la presentación que culminó a las 22:15 hrs. Sting se despide del público y baja del escenario, ya una camioneta blanca lo espera, solo saluda rápidamente, sube y se marcha custodiado por policía federal, municipal y estatal.


Salimos del recinto Fernando y yo, caminamos alrededor de una hora, pidiendo un raite, pero nadie nos levantó, se congestionaron los accesos, cuello de botella, no había transporte. A las 2 am pudimos tomar un taxi directo a Cuernavaca, ya estábamos de nuevo en casa, cenando, recordando todo, y con esta anécdota. Así termina la travesía. Comentarios a: egoluispress@gmail.com

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