miércoles, 22 de junio de 2016

Scorpions: 50 años de Metal Germano, con el Aguijón en las Venas.



Por: Luis Ego

La banda teutona más representativa del Hard Rock de los 80´s, es muy querida en nuestro país y no por ello, en ocho ocasiones han pisado suelo azteca: 1994, 1997, 2004, 2007, 2008, 2010, 2012 y 2016 (ocasiones que también los vi). Los escuché desde muy chavito -9-10 años- con mi papá y un tío en casa, cuando sonaba Rock You Like a Hurracane, The Zoo, Bad Boys Running Wild, Big City Nights, Whe The Smoke Is Go In Down, Lovedrive, Holiday entre muchas otras obras del buen Rock alemán. Los escuché en concierto en su primera vez en nuestro país, el 24 de marzo del año 94, el día que mataron a Luis Donaldo Colosio.

El encuentro personal con ellos, fue cuando presentaron el disco Face The Heat. De entrada, me gané mi boleto para el concierto en un concurso de radio en Cuernavaca –pa´ variar- y el día del show, estaban haciendo unos concursos para ganarse un Meet and Great en las inmediaciones del Palacio de los Rebotes, previo al show; subí a la tarima de Orbita 105.7 –una estación de radio del Df que ya no existe- y canté con pista la rola Wind Of Change, mis dotes de cantante salieron a relucir (¿Por qué no fui Rockstar maldita sea &%$#;*/…?, creo así titulare otro libro). Éramos unos diez afortunados los que pasamos al backstage con los germanos, ahí estaban: Klause Meine, Rudolf Schenker, Matthias Jabs, Herman Rarebell y Ralph Rieckermann, por primera vez entraba a los camerinos del Palacio de los Deportes en 1997.

La segunda ocasión fue en 2004, cuando la tienda de discos Mix-Up realizó un concurso para ganarse una guitarra firmada por la banda. El autor intelectual fué mi amigo Enrique “El Pintor” Flores, quien se aventó una escultura muy bizarra, un escorpión tallado en madera con herrería y más artefactos inservibles, casi dos metros de largo, cola de un metro y tremendo aguijón, todo desmontable, que transportamos en un vocho de un viejo amigo Ernesto “El papaya” (por tremenda cabezota que se cargaba jajajja), llegamos a Plaza Loreto cinco minutos antes de que cerraran la convocatoria, pero llegamos, nos registramos para el certamen.

Al siguiente día, llegamos a la tienda de música donde se realizaría el concurso, yo era el “Secretario de Asuntos sin Importancia” de mi amigo, pero esta vez sí importaba mi presencia, ya que me encargaba de las fotos y video del asunto, así que andaba bien pegado a mi camarada, y como todo un pavorreal, paseándome en el lugar, codeándome con la crema y nata del lugar. Una fila de más de trescientas personas, aguardaban el momento y entrar para que el grupo firmara su más reciente placa discográfica Scorpions with Phiilarmonic Berlin Orchesta.

Llegó Klaus, Matthias y Rudolf, mismos que vieron todos los trabajo
s de los participantes y siendo ellos los jueces, seleccionaron el de mi amigo como primer lugar, hubo un segundo y tercer lugar. Sentados en la mesa de premiación, se procedió a dar lo prometido: la guitarra firmada y entregada por los miembros de la banda. Subió mi amigo y le tomé unas fotos con los alemanes. Enseguida a los demás muchachos participantes, gente de la disquera, personal de la tienda de música y obviamente yo, y surgió mi foto con los tres miembros del grupo junto al trabajo de mi amigo, nada más por andar de “Personal Manager” de Mr. Enrique (el mismo con quien fui a Guns and Roses en 1993).

La tercera ocasión que tuve oportunidad de topar al grupo fue durante la “disque” despedida en el Deadly Sting Tour del 2010, los agarre en el hotel, donde me firmaron los tres originales, el baterista James Kottak y el bajista Pawel, de hecho grabaron para un programa de tv alemana a todos los allí reunidos y nos tomaron unas fotos que aparecieron en las portadas de algunos diarios de la ciudad de México.

En el 2015, se reunieron algunos ex miembros y fundadores de la banda alemana, llámense: Uli Jon Roth (guitarrista), Michael Schenker (guitarrista y hermano de Rudolf), Herman Rarebell (baterista) y Francis Buchholz (bajista) quienes interpretaron temas de los inicios de Scorpions, MSG y Ufo. Y mismos a quienes agarré en un hotel de la colonia Roma en la ciudad de México y en el aeropuerto, previo a su salida del país. Todos muy accesibles, nos autografiaron discos, posters y demás souvenirs que les pusimos en sus narices.

Año 2016, Arena Ciudad de México, ora sí se jueron los Scorpions, tras 50 años de exitosa carrera musical….Pa´ variarle un poco, nuevamente concurso en una radiodifusora “Capital 105.3” fm, me gano el boleto y viaje todo vip para ir a la presentación de los alemanes, y vaya conciertazo; un repertorio inigualable con un medley acústico donde plasmaron: Always Somewhere, Eye of the Storm y Send me an Angel; otro set netamente setenteto: Top of the Bill, Steamrock Fever, Speedy´s Coming, ¿se lo imaginan?, sincronía total, apabullantes de principio a fin. Dos detalles: después de veinte años me reencuentro con mi tío Ezequiel en la entrada de la Arena, tras un fuerte abrazo, nos bebimos unas frías y platicamos un rato, este tío es quien junto a mi padre, fueron los responsable directos, para adentrarme al maravilloso mundo del Rock and Roll, y específicamente con los Scorpions; el segundo dato, cuando conocí al grupo en 1997, en el mismo meet and great estaba un amigo Noel Gallegos, quien tras varios años de no vernos, muchos años, nos reencontramos también, en el show final de los alemanes, pues también había ganado el concurso; el destino estaba trazado. Escuchamos y presenciamos himnos: Big City Nigths, The Zoo, Wind of Change, Dynamite, Blackout, No One Like You, y mis tres favoritas: Coast to Coast –espeluznantes las guitarras-, Still Loving You –estremecedora voz definitivamente- y por supuesto Rock You Like a Hurracane –bestialidad total en toda la extensión de la palabra-, ahora venía en la batería Mike Dee (el ex bataco de Motörhead) quien demostró sin problema alguno, cubrir el lugar de Kottak, un verdadero animal tras los tambores. Schenker y Mathias excelsos en sus respectivos instrumentos de seis cuerdas y Klaus definitivamente inmejorable, su tono de voz milagroso, todos ellos acompañados por el bajista Pawel, quien hizo un buen trabajo. Con eso quedó muy claro que el aguijón me lo incrustaron bien adentro jajaja sin albur, arrojando toda su ponzoña musical: Hard Rock Alemán.