domingo, 21 de mayo de 2017

Caifanes regresa a Cuernavaca 23 años después.


Fotos: Luis Ego Pérez Miranda, Christian Mora Carrillo, Paco López, Omar F. Torres Castrejon, y Carlos Rodríguez Juárez.

Tras 23 años de ausencia en suelo morelense la legendaria banda de Rock, Caifanes, regresó este sábado 13 de mayo de 2017 a saldar una gran deuda con su público, en una ciudad que es parte fundamental en la historia de la banda, y vaya que pagó su deuda con intereses en un concierto por demás histórico.

Caifanes tocando en la inauguración del Ritual del Perro, el 4 de diciembre de 1994. Foto de Paco López. Publicada originalmente en 1994 en el Suplemento Juvenil "La Neta del Planeta" que se publicaba en el periódico El Regional del Sur.
"Flyer promocional de la
inauguración del
Ritual del Perro en 1994.
 Foto de Omar F. Torres Castrejon



Fue en septiembre de 1989 cuando la banda toca por primera vez en Cuernavaca, en aquel famoso antro llamado “Taizz”, y ahí mismo debutan como quinteto con Alejandro Marcovich ya instalado en el puesto de Guitarrista Líder. Posteriormente, el 4 de diciembre de 1994, Alfonso y Saúl se estrenan como empresarios en esta misma ciudad, e inauguran “El Ritual del Perro”, un Foro-Bar en el cual durante su evento de inauguración Caifanes toca como trío, y que estaba ubicado en Av. Emiliano Zapata, cerca de la glorieta de Tlaltenango, al norte de la Ciudad.


Estas podrían ser quizás las 2 razones más importantes por las que Cuernavaca es una ciudad histórica para Caifanes, y si además agregamos que es la Ciudad que Diego eligió como residencia, los veranos y fines de semana que vivió Alfonso aquí de niño, y que además es la Ciudad donde conoció a su esposa Cecilia Toussaint previo a un concierto de ella en el “Ritual del Perro”, y que en esta ciudad, en el 2001, se dio la gestación de uno de los Clubes de Fans más grandes de la banda, el cual tomó su nombre y logotipo de aquel mítico bar propiedad de Saúl y Alfonso; “El Ritual del Perro”.

Sin duda alguna, este concierto era una deuda que había que saldar con el público morelense y que se daría con su alineación original por primera vez en esta ciudad, y que curiosamente era la alineación faltante de las 3 mutaciones que ha sufrido caifanes a lo largo de 30 años de carrera, que como ya mencioné anteriormente, ya habían tocado primero como quinteto y después como trío. 

Alrededor de las 8:25 PM se vio aparecer en el escenario a un Diego Herrero bastante maduro, sonriente, que iniciaba tocando en el órgano el acorde de F (Fa Mayor), para después incorporarse Alfonso André en la Batería y empezar a marcar el tiempo. Acto seguido, entran Sabo Romo y Saúl Hérnández para completar el cuarteto original con que se formó la banda en 1987. “Los Dioses Ocultos” era la canción con que abrían este concierto que pasaría a la posteridad como histórico tanto para la banda como para la ciudad, ya que ningún grupo de Rock había logrado en Cuernavaca la hazaña que Caifanes logró esa noche; tocó ante un recinto lleno casi en su totalidad.

Las siguientes canciones fueron “Para que no digas que no pienso en ti”, “Nunca me voy a Transformar en ti”, “Nubes”, “Miedo”, y “Viento”, que fueron las canciones autorizadas para los medios pudiéramos “estorbar” y capturar excelente material de una de las 3 bandas más importantes del Rock en español. 

El show continuó con “Aquí no pasa nada” y un público totalmente entregado a la banda, con entes que coreaban con el alma todas las canciones, una tras otra. Se podía ver hasta a 3 generaciones reunidas por una misma esencia, por un mismo pasado. Sin contratiempos, la banda cumplió con la primera parte del concierto, tocando las canciones casi impecables y a la perfección, y digo que casi porque en varias ocasiones la guitarra de Rodrigo Baills dejó mucho que desear, y es precisamente en esta parte donde se extraña la presencia de Alejandro Marcovich en el escenario. 

Después del encore, reaparecieron en el escenario para hacer un cover a David Bowie, “Heroes”, y posteriormente hacer uno a Juan Gabriel, “Nuestro Bowie Mexicano” como lo llamó Saúl antes de empezar a tocar “Te lo pido por favor”, cover que había realizado en el 2003 con Jaguares, y ahora tocaba a manera de homenaje para el Divo de Juárez.

Inmediatamente, vinieron un par de versiones nuevas de “Quisiera ser Alcohol” y “Afuera”, que a decir verdad me parecieron muy malas, y me hicieron nuevamente extrañar las versiones originales. (Sí, aquí no todo son flores). En la recta final sonó “Nos Vamos Juntos”, y para cerrar con broche de oro, Saúl invitó a subir al escenario (cosa que raramente hacen) a un viejo amigo de la banda; Roco, vocalista de la Maldita Vecindad, quien interpretó junto a Caifanes la canción clásica, y que lanzó a la banda hacia el estrellato, “La Negra Tomasa”, con lo cual la banda concluyó con el concierto quizás más memorable de los 3 que ha ofrecido en Cuernavaca, y dejando a cada espectador con ganas de verlos nuevamente tocando en suelo Tlahuica. 
Sin duda alguna la deuda de 23 años está saldada, pero se ha generado una nueva; volver para superar a este concierto histórico e inolvidable, quizás con material nuevo, que vendría muy bien para festejar los 30 años de carrera de la banda de rock más grande de México.





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